Pizza de pollo y rúcula

Pizza de pollo y rúcula


Deliciosa pizza casera con generosas cantidades de Rembrandt y bálsamo agridulce. Perfecta para almorzar o en cenas informales para compartir entre amigos.

Deliciosa pizza casera con generosas cantidades de Rembrandt y bálsamo agridulce. Perfecta para almorzar o en cenas informales para compartir entre amigos


Para 4 personas


Tiempo de preparación: 15 minutos

Tiempo de cocción: 10 minutos


Ingredientes


150g de pechuga de pollo sin hueso

2 cucharadas soperas de pasta de aceitunas (casera o preparada)

2 cucharadas soperas de aceite de oliva

4 bases para pizza (de trigo integral)

200ml de salsa de tomate (casera o preparada)

75g de rúcula

75g de queso Rembrandt en lonchas muy finas

2 cucharadas soperas de vinagre balsámico


Preparación


1. Precaliente el horno a 220 °C.

2. Corte el pollo en tiras pequeñas y mézclelo bien con la pasta de aceitunas.

3. Caliente el aceite en un wok o sartén y fría el pollo durante 5 minutos hasta que quede dorado.

4. Coloque las bases para pizza en una bandeja de horno engrasada. Extienda la salsa de tomate uniformemente sobre las pizzas y reparta el pollo por encima.

5. Cocine durante 10 minutos en el horno precalentado, hasta que las pizzas estén doradas y crujientes.

6. Aderece la pizza con la rúcula y abundante queso Rembrandt en lonchas muy finas. Rocíe con vinagre balsámico y, si lo desea, con unas gotas de aceite de oliva y pimienta negra en grano molida.

7. Sírvase caliente como almuerzo o aperitivo.


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Los holandeses son reconocidos en todo el mundo por producir una amplia variedad de productos de alta calidad. El éxito de muchos de sus productos se debe a una combinación única de creatividad diversa, producción de primera calidad y una tradición antiquísima.


Cuando mejor se exhibió la maestría y el talento de Holanda fue durante los siglos XVI, XVII y XVIII con varios pintores holandeses de calidad excepcional. Los nombres de Rembrandt van Rijn, Vincent van Gogh, Johannes Vermeer y Frans Hals son famosos en todo el planeta.

La calidad de su trabajo no ha tenido parangón durante siglos; las obras maestras que crearon todavía inspiran y deleitan a muchas generaciones.


Esta inspiración nos lleva a elaborar una gama de quesos holandeses de alta calidad, con la marca A Dutch Masterpiece (Una Obra de Arte Holandesa). Nuestra meta a la hora de crear los quesos era la misma que los famosos pintores holandeses de antaño; crear algo tan exquisito que proporcione placer a todo el mundo.


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A Dutch Masterpiece es una creación de Royal FrieslandCampina de Holanda.